Las dudas (3)
En la adolescencia, Glenda comienza a hacerse muchas preguntas y a cuestionar la fe recibida. Su Padre en ese momento no era creyente y el ambiente del liceo público donde estudiaba le hicieron declararse atea. Rechaza el sacramento de la confirmación a la edad que le correspondía causando mucho disgusto a su madre que no dejaba de orar a Dios pidiendo la fe para ella. Estas dudas le despertaron unos profundos deseos de conocer todo tipo de creencias filosóficas y religiosas. Visitó muchas iglesias protestantes y centros gnósticos de su ciudad por un sincero deseo de encontrar "algo". Coincide ese tiempo de búsqueda con su participación en un festival de música de "protesta" contra la dictadura militar de Pinochet. Los jóvenes de esa época comenzaron a revelarse contra el régimen militar y ese tipo de actividades eran muy populares en su región. Como premio le regalan una Biblia, que comienza a leer durante todo un año, desde el génesis hasta el apocalipsis. Nos confiesa que no entendía mucho lo que leía, pero que subrayaba y escribía en los bordes sus preguntas y dudas; nos dice que sus primeras oraciones eran como hablar con el aire, pero que de corazón repetía: "Dios, si existes, que yo te conozca"