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Desde pequeña...

En la misa dominical de la catedral de Linares (Chile) ella tocaba y cantaba. Recuerda que la gente después de misa se acercaba para saludarla con los ojos llorosos, emocionados y agradecidos. "Yo no sabía por qué sucedía esto ... había algo en mi voz que sólo ahora entiendo" nos confiesa.

 

Los jueves en la catedral de su ciudad, el Obispo Carlos Camus hacía momentos de adoración al Santísimo Sacramento. Glenda le acompañaba con su guitarra. Muchas veces estaban los dos sólos frente al Santísimo, pues la gente no siempre acudía. El Obispo le decía: "canta chiquilla, cántale a Jesús". Uno de esos jueves Don Carlos le dijo: "chiquilla, grábame esas canciones tan lindas que le cantas al Señor y que me hacen tanto bien". Fue así como sin saberlo, su primer disco lo hizo para su Obispo. Glenda tenía entonces 16 añitos. Nunca imaginó lo que Dios le pediría mucho tiempo después... 

 

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